38 Bajaron el sacerdote Sadoq, el profeta Natán, Benaías, hijo de
Yehoyadá, los kereteos y los peleteos, e hicieron montar a Salomón sobre
la mula del rey David y le llevaron a Guijón.
39 El sacerdote Sadoq tomó de la Tienda el cuerno del aceite y ungió
a Salomón, tocaron el cuerno y todo el pueblo gritó: «Viva el rey
Salomón.»
40 Subió después todo el pueblo detrás de él; la gente tocaba las
flautas y manifestaba tan gran alegría que la tierra se hendía con sus voces.
41 Lo oyó Adonías y todos los invitados que con él estaban cuando
habían acabado de comer; oyó Joab el sonido del cuerno y dijo: «¿Por qué
este ruido de la ciudad alborotada?»
42 Estaba todavía hablando cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote
Abiatar; y Adonías le dijo: «Ven, pues eres un hombre valeroso y
traerás
buenas noticias.»
43 Jonatán respondió a Adonías: «Todo lo contrario. Nuestro señor el
rey David ha proclamado rey a Salomón.